sábado, 22 de mayo de 2010

En defensa del pequeño comercio

Conste que ni yo ni nadie de mi entorno tiene una tienda "de cercanias" o pequeño comercio, o comercio tradicional, o como le queramos llamar. La tenía mi cuñada, pero se le fue al garete por su culpa, asi que no cuenta.
La cuestión es que esta mañana he salido con idea de comprar una cosa tan peregrina como una jarra-termo. ¿Os parece misión imposible? Hombre, si te vas al Corte Inglés seguro que la encuentras, pero yo he pensado, como me he propuesto últimamente, que a fin de paliar un poco la crisis que sufrimos los pequeños trabajadores y pequeños empresarios (estos últimos no dejamos de ser pequeños trabajadores, no lo olvidemos) en comprarlo en una tienda tradicional.
Y la cosa se ha convertido en eso, una misión imposible. Antes existían muchisimas tiendas a medio camino entre ferreteria-bazar-tienda de regalos, donde lo mismo comprabas dos tuercas, un tendedero plegable y una cristalería para la boda de tu prima. Pero esas tiendas, ahora, gracias a las grandes superficies y las tiendas de chinos, han desparecido. Al menos en mi barrio.
Asi que después de hora y media pateandome la calle, y viendo que la mayoría de tiendas que conocía de ese estilo han desaparecido, acabaré por ir esta tarde a una gran superficie a buscar la dichosa jarra termo. Porque a los chinos no quiero entrar: no compran a empresas españolas, no contratan personal español, no respetan la normativa de seguridad en material infantil, no respetan la no venta de alcohol a menores, no respetan la normativa de horarios...

En fin... intentemos entre todos defender un poquito al pequeño comercio. Aunque sólo sea por egoismo. Porque es en el pequeño comercio donde encontramos de verdad atención especializada, variedad, calidad... No hay cosa que más me guste que ir a una tienda de la cadena de mi amiga Mari Luz, la del blog http://www.algunacosamas.blogspot.com/ y alguna de las dependientas me cuente cómo hace el bacacalo, o qué uso alternativo le puedo dar a la conserva de judias verdes, o cómo prepara las patatas cocidas que venden en bote. ¿Os imaginais, con todos mis respetos, a las cajeras del Carrefour explicando como personalizar la mayonesa de bote?

martes, 18 de mayo de 2010

El misterio del agujero en el calcetín

Pues nada, para salir un poco del tono del post anterior, os planteo un misterio: el misterio del agujero en el calcetín.


Y es que llevo unos dias que no necesito sacar los calcetines a lavar: van directos al cubo de la basura, porque llevo ya unos dias que calcetines que me pongo, calcetines que me quito con un agujero en el pie derecho.


Juro que llevo las uñas cortitas, sin picos ni aristas ni nada de nada... suavecitas, las he tocado mil veces.
Juro que los calcetines no son viejos... los de hoy por ejemplo me los he puesto nuevos... quitar la etiqueta y ponerlos.


Pero no hay manera... cuando me los quito... ahi está el dedo gordo saludando por la ventanita del agujero del calcetín.


Mi costi me sugirió que quizás la culpa fuera del zapato... que estuviera muy duro por arriba y me desgastara el calcetín. Me cambié de zapatos. Y nuevamente... el agujero en el calcetín.


Menos mal que un día de estos se decidirá a venir el buen tiempo... me pondré sandalias... y me olvidaré de los agujeros en el calcetin.


Lo malo será el próximo invierno...no voy a ganar para calcetines.

lunes, 17 de mayo de 2010

¿Y si fuera al revés?

No quería inaugurar mi blog con este post. Prefería guardarlo para más adelante. Pero como es un tema que me lleva rondando la cabeza desde la semana pasada, y no se me ocurre otra cosa mejor... pues declaro inaugurado mi blog con el siguiente comentario.
Llevo ya unas semanas que veo en una farola un cartelito que dice: "se alquila habitación a mujer latina". Cada vez que lo leo, no puedo evitar pensar: si en vez de poner mujer latina pusiera mujer española, seguro que no faltaría el comentario de "cartelito xenofobo" o "cartelito racista".
Yo entiendo que se alquile una habitación a una mujer y no a un hombre. Quizá la propietaria del piso sea una mujer y no le apetezca meter a un hombre en su casa.
También podría entender que por cuestiones de buena convivencia, o para evitar futuros problemas, pidan que esa mujer hable castellano. Porque si le alquilas la habitación a alguien que no te entiende puede luego surgir algún malentendido.
Pero que pidan expresamente que sea latina... ¿eso no es también una forma de racismo pero a la inversa?
Esto me recuerda, hace un tiempo, cuando del INEM le denegaron a un chino una oferta de empleo para traer trabajadores extranjeros sin permiso de trabajo, porque pedía expresamente que los trabajadores fueran de nacionalidad china. Le contestaron diciendo que la Constitución Española no permite la discriminación por razón de nacionalidad. Y pedir trabajadores de una nacionalidad era discriminatorio. El chino no lo entendía, y no hacía más que decir que él sólo quería dar trabajo a chinos, no a españoles. Y lo decía a voz en grito... nadie le decía nada. Si hubiera sido al revés... ¿qué hubiera pasado?
En fin, no sé si soy retorcida... No me tengo por racista, tengo muchos clientes extranjeros, y no sólo no he tenido problemas con ellos, sino que con algunos además tengo muy buena relación, pero no puedo evitar tener ese pensamiento.