Ayer fue una tarde emocionante. Por dos cosas muy distintas, muy dispares, pero las dos me hicieron emocionar.
LA PRIMERA... la procesión del Santo Entierro de Zaragoza. Ando yo atea perdida, peor todavía, ando enormemente enfadada con Dios... Y sin embargo este año las procesiones me han emocionado más que nunca en la vida. Igual influye que los dos últimos años he estado fuera de juego procesioneril. También puede influir que por estas fechas el año pasado (y el anterior) andaba yo con mi propio sufrimiento personal... Y a lo mejor la he cogido con más ganas... No sé.
Yo no sé muy bien cómo son las procesiones en otros puntos de España. En Zaragoza cada cofradía hace en realidad dos salidas: la primera, desde su "casa madre", por decirlo de algún modo, y llevan el paso (osea, la imagen que corresponda) hasta la iglesia de San Cayetano, que es de donde salen luego todas las cofradías el día de la procesión del Santo Entierro. Es una procesión larga larga... como dos horas y media de procesión, o un poquito más.
Yo he visto esta procesión "inundada" de espíritu religioso... hasta hace un tiempo... menos "inundada" después, y de sequia total y absoluta ahora mismo. Y siempre me emociono. Andaba yo pensando ayer... mientras oía a las cofradías, con sus ritmos de bombos y tambores, con sus toques de trompetas... hay gente que se emociona al oir un concierto... sea de música clásica o sea de AC DC... pues a mí me emocionan los bombos y los tambores, oye... me traen recuerdos de niña, de cuando los iba a ver con mis padres... Pero no sólo eso... Es que me resultan emocionantes. Y no sólo a mí, a la vista de la cantidad de gente que había viendo la procesión. Mi hija, que no recordaba la última procesión que vio, porque entonces tenía tres años, me dijo que le gustaba muchisimo, y que le resultaba ... emocionante. Y costi, que reniega de todo lo que sea religión, siguió la procesión con el librito-guía que le habían dado hace unos dias en una caja de ahorros. Sé que hay mucha gente que no lo comprende, que lo critica... quizá por el tinte religioso... pero es que si le quitas ese tinte religioso... también tiene su fondo cultural, es una cosa nuestra...
Mención aparte las obras de arte que son muchos de esos pasos... religiosos, sí, pero obras de arte. Hace unos siglos las obras de arte eran todas religiosas, qué le vamos a hacer... a nadie se le ocurrió hacer una taza de water barroca o un lapicero gótico... Por la mañana había estado viendo la exposición de Andy Warhol de la que os hablaba por aquí, y me gustó, sí, no voy a decir otra cosa... pero ¿porqué la gente puede admirar ese arte y criticar el otro? Todo es arte, en realidad...
LA SEGUNDA... ¡Ayer estuvimos cenando con nuestra hija en El Timple!.
Quienes no sois de Zaragoza estareis pensando en algún sitio superchic y super de moda, de esos que hay que pedir reserva con cuatro meses de adelanto. O quizá penseis que es un sitio super-exclusivo de estos que hay que ahorrar un año para pedir un vaso de agua...
El Timple es un local de no más de 30 metros cuadrados, cuya carta se compone de: francfurt, hamburguesa (con queso o sin queso), campero (con hamburguesa o sin ella) y patatas fritas. El primero que abrieron en Zaragoza lo hicieron cuando yo tenía 10 años, junto al cole al que yo iba. Era un "sitio de mayores"... de hecho nunca lo veías abierto... porque abría a la hora "de salir". Y con 10 años, obviamente, no salías por ahí con las amigas. Como mucho lo veías cuando ibas a dar una vuelta con tus padres, y dentro, pues eso, había "gente mayor". Y un día te haces mayor... y El Timple era visita obligada todos los fines de semana. Unas veces antes de salir, "para ir cenada", otras en medio de la juerga... "para hacer esponja". Incluso entre semana... yo tenía entonces la gestoría muy cerquita de aquel Timple original... y cuando costi venía a buscarme, muchas veces parabamos allí a tomar "un francfurt completo" (osea, con ketchup, mostaza y cebolla), o una hamburguesa completa (osea, con queso, cebolla, mostaza y ketchup) o un campero (jamon york, cebolla, tomate, lechuga, todo picadito, y mahonesa). Las patatas fritas, con mahonesa y ketchup. No era para nada un sitio "chic", ni "especial"... pero tenía su encanto. Luego te vas haciendo mayor... mi última visita al Timple... que yo recuerde... fue el día de la boda de mi amiga Asun... que se casó por la mañana, hicieron comida, baile... y luego seguimos la juerga... y a mi amiga se le antojó un perrito de el Timple. Y alli que entramos, con su vestido de novia con un cancan y una cola inmensos... y sus amigas, osea, nosotras, vestidas de bodorrio... jajajajaja... aún veo la cara del chico que nos atendió... jajajajaja... y cuando le dijo: oye, ¿de verdad te has casado hoy? ... JUASSSSSS...
El caso es que ayer decidimos ir con nuestra hija. Y pedimos uno de cada... para que probara ella, y para recordar nosotros... Y ahi estabamos contándole estas cosas... cuando entraron dos mozos... asi de nuestra edad... rondando los 40... uno de ellos me sonaba muchísimo... iban con sus hijas... se pusieron a nuestro lado... y de repente les oigo decir: es que los fines de semana... cuando ibas de juerga... te venías aqui, te pedias un campero o una hamburguesa... y luego seguías la marcha... Me los quedé mirando, de nuevo. Efectivamente, el que me sonaba, quitándole 20 años, era de los habituales por allí. Habían ido al Timple... pues a lo mismo que nosotros...ajajjaja... a recordar, y a compartir con sus hijas.
Ayssss... llamadme ñoña, pero compartir ese rato con mi hija me resultó... emocionante.
LA SEGUNDA... ¡Ayer estuvimos cenando con nuestra hija en El Timple!.
Quienes no sois de Zaragoza estareis pensando en algún sitio superchic y super de moda, de esos que hay que pedir reserva con cuatro meses de adelanto. O quizá penseis que es un sitio super-exclusivo de estos que hay que ahorrar un año para pedir un vaso de agua...
El Timple es un local de no más de 30 metros cuadrados, cuya carta se compone de: francfurt, hamburguesa (con queso o sin queso), campero (con hamburguesa o sin ella) y patatas fritas. El primero que abrieron en Zaragoza lo hicieron cuando yo tenía 10 años, junto al cole al que yo iba. Era un "sitio de mayores"... de hecho nunca lo veías abierto... porque abría a la hora "de salir". Y con 10 años, obviamente, no salías por ahí con las amigas. Como mucho lo veías cuando ibas a dar una vuelta con tus padres, y dentro, pues eso, había "gente mayor". Y un día te haces mayor... y El Timple era visita obligada todos los fines de semana. Unas veces antes de salir, "para ir cenada", otras en medio de la juerga... "para hacer esponja". Incluso entre semana... yo tenía entonces la gestoría muy cerquita de aquel Timple original... y cuando costi venía a buscarme, muchas veces parabamos allí a tomar "un francfurt completo" (osea, con ketchup, mostaza y cebolla), o una hamburguesa completa (osea, con queso, cebolla, mostaza y ketchup) o un campero (jamon york, cebolla, tomate, lechuga, todo picadito, y mahonesa). Las patatas fritas, con mahonesa y ketchup. No era para nada un sitio "chic", ni "especial"... pero tenía su encanto. Luego te vas haciendo mayor... mi última visita al Timple... que yo recuerde... fue el día de la boda de mi amiga Asun... que se casó por la mañana, hicieron comida, baile... y luego seguimos la juerga... y a mi amiga se le antojó un perrito de el Timple. Y alli que entramos, con su vestido de novia con un cancan y una cola inmensos... y sus amigas, osea, nosotras, vestidas de bodorrio... jajajajaja... aún veo la cara del chico que nos atendió... jajajajaja... y cuando le dijo: oye, ¿de verdad te has casado hoy? ... JUASSSSSS...
El caso es que ayer decidimos ir con nuestra hija. Y pedimos uno de cada... para que probara ella, y para recordar nosotros... Y ahi estabamos contándole estas cosas... cuando entraron dos mozos... asi de nuestra edad... rondando los 40... uno de ellos me sonaba muchísimo... iban con sus hijas... se pusieron a nuestro lado... y de repente les oigo decir: es que los fines de semana... cuando ibas de juerga... te venías aqui, te pedias un campero o una hamburguesa... y luego seguías la marcha... Me los quedé mirando, de nuevo. Efectivamente, el que me sonaba, quitándole 20 años, era de los habituales por allí. Habían ido al Timple... pues a lo mismo que nosotros...ajajjaja... a recordar, y a compartir con sus hijas.
Ayssss... llamadme ñoña, pero compartir ese rato con mi hija me resultó... emocionante.