martes, 23 de abril de 2013

Libros,galletas y sentimientos

23 de abril.
Día del libro. Día del libro porque se conmemora la muerte de Cervantes y Shakespeare.
Además, es el día de Aragón (y de Castilla León).

Por eso en Zaragoza tenemos fiesta, y por eso el Paseo de la Independencia se llena de puestos de libros.
Todos los años nos gusta bajar al Paseo, dar una vuelta, mirar los libros, las novedades, y comprar un libro a Sara. O mejor... dos. Uno siempre se lo compramos nosotros, y el otro, hasta que  murió mi madre, se lo regalaba ella. Siempre nos decía: comprarle un libro de mi parte...

Un año le regaló dos. El que le compramos nosotros de su parte, y otro que se agenció ella... y eso que apenas salía a la calle.  Se lo recomendó la moza de la papelería de al lado de casa. Un comercio tradicional, de toda la vida, donde por teléfono le orientaron, le recomendaron, y se lo dieron a la señora que iba a ayudar a mi madre en las cosas de la casa. Recuerdo que me gustó tanto que bajé a darles las gracias por el consejo y por la atención que tuvieron con mi madre. (Cosas así marcan la diferencia entre la FNAC, por ejemplo, y una tienda de barrio).

Es un libro de recetas. Estéticamente me parece una preciosidad... quizá porque cuando lo veo es cómo si me entrara por los ojos todo el cariño con que fue comprado y regalado. Gastronómicamente es un horror. Las recetas claramente no han sido experimentadas. Pero bueno... todo se puede subsanar "sobre la marcha" (o casi todo).

Por eso cuando Sara se ha levantado de la cama y me ha dicho que hoy prefería quedarse a cocinar mejor que bajar al centro, he pensado: bueno... hacemos algo juntas... que no siempre tengo tiempo. Y cuando me ha dicho "quiero hacer una receta mágica..."... no lo he dudado.

Y eso que hoy no había azúcar en casa... juasss... da igual. Había una receta salada... estrellas de queso. Nosotras hemos hecho flores de queso. Y cuando digo que la receta era salada, y que las recetas gastronómicamente son un horror... queda claro cuando os digo que a esta receta le faltaba huevo, y le sobraba sal. Pese a que he añadido un huevo y más harina a la masa... ha quedado pelin salada. Pero da igual. Hemos pasado un rato tan bonito cocinando juntas...

Cada vez que hacemos alguna receta de este libro (que yo voy "apañando" sobre la marcha, echando más o menos huevo, más o menos azucar, más o menos leche...) no puedo evitar sentir una tristeza inmensa porque nunca se me ocurrió decirle a mi madre que le dedicara el libro. Un libro que nos volvió locas a las tres, de bonito que es. Que mi hija lo guarda como un tesoro... Nunca caí en pedirle a mi madre que le escribiera unas lineas...Quizá porque nunca pensé que un día no estaría aquí para disfrutar ella también de las recetas mágicas...

Sólo espero que si de verdad hay un cielo, ella pueda vernos disfrutar tantisimas horas, de este libro tan bonito, y los ratos que nos hace pasar juntas. Es un regalo que nos hizo, a las dos, un dia del libro de hace tres años. 

miércoles, 17 de abril de 2013

TIC-TAC TIC-TAC

Me quedan 24 horas para decidir si soy buena,  (o tonta) y hago oidos sordos a lo que sé que se ha dicho de mi por ahí... 

O directamente pago con la misma moneda, digo "que les dén" y me pongo a su altura.