sábado, 5 de noviembre de 2011

Pequeñas decepciones...

Hoy he tenido dos pequeñas decepciones.

La primera... no demasiado grave. Nada que no cure el tiempo y un par de platos de morcilla... :)
Y es que esta mañana han pasado a recogerme a la oficina El Caballero de la Rosa Azul, y su Bella Dama, Lamamma... y nos hemos ido a donar sangre. Ya comentaba en otro post por aquí que quería vencer mis miedos, y donar.
Total... que una vez convencida... voy y resulta que estoy baja de hierro... no he podido donar.
Ha sido para mí una pequeña decepción. Pero no pasa nada. Como soy maña de pura cepa, por parte de padre y madre, del mismo centro de Mañolandia... ahora ya es cuestión de cabezonería... amenazo con volver... la semana que viene a la otra... y donaré, vaya que si donaré.

La segunda... me ha dejado un poco plop. Os cuento: esta mañana he salido tempranito de casa, a eso de las 8 de la mañana. Aclaro que vivo en un parque, y para pasar del parque a la avenida hay una zona de porches. PUes bien, al atravesar esos porches, me ha llamado una mujer. Sería de mi edad, más o menos. Indigente. Con un perro. Me ha llamado a lo lejos, pero esperando que me acercara yo a ella, y no ha hecho gesto de acercarse, más bien al revés, si me acercaba mucho, ella daba un paso hacía atrás, no sé, como no queriendo molestar.
Me ha dicho que perdonara por molestarme, que veía que iba a paso ligero "igual llegas tarde a trabajar"... me ha contado que lleva unos dios durmiendo en el parque, que el perro lo había encontrado por allí, y que una vecina le había dado una correa y pienso para el animal. Que iba a ir a comer al Comedor del Carmen (es una parroquia de Zaragoza que lleva muchos años dando de comer a indigentes y gente necesitada), pero que esta noche había llovido, y aunque se había refugiado en los porches, tenía frío. Y que si le podía dar para tomar un café caliente. Que le perdonara por molestarme, y por hacerme parar camino de dónde fuera. No soy de dar dinero en la calle... Pero he pensado que efectivamente... pasar la noche en la calle, con la que ha caido... tenía que estar destemplada... Y que al menos me estaba contando su historia, para pedirme dinero para un café, en vez de sacarme una navaja para exigirme la cartera. Y he pensado que con esta crisis estar a un lado o al otro de la historia, es cuestión de suerte, muchas veces. Asi que le he dado... para más que un café. Alargando la conversación... ya tenía el dinero... aún me ha preguntado si sabía si en el comedor tendrían duchas para asearse, porque hacía dias que no había podido lavarse en condiciones. Le he dicho que no lo sabía, pero que preguntara allí, que seguro le podían orientar. Y me ha dejado pensativa, la verdad.

Después de la decepción de la no donación, ha llegado la segunda... porque a la hora de comer, bastante lejos del Comedor del Carmen, lo que son las casualidades (de las que hablaba Mari Luz el otro día en su blog)... la he visto...he pasado a su lado,  justo al lado de casa de mis suegros. Estaba en la puerta de una tienda de alimentación, no le habían dejado entrar... supongo que por el perro... y estaba pagando un brik de vino. No me ha visto... pero era ella... sin lugar a dudas. Y no sé... me he quedado un poco plop...  Y no porque estuviera gastando el dinero que seguramente le habrán dado a lo largo de la mañana otras personas como yo... sino porque ni estaba comiendo en el comedor, ni tampoco estaba preguntando por esa ducha... no sé... me ha dado mucha pena...

1 comentario:

  1. Churri, vigilate ese hierro ¿eh? y ya donaras, seguro mas adelante.

    Lo otro me da mucha pena tambien. Yo ya he aprendido que me da igual lo que hagan con el dinero. Lo piden para lo que sea y bastante desgracia tienen con tener que vivir asi. Hay gente que dicen que sacan un paston ¿a costa de vivir llenos de mugre, en la calle? pues no les arriendo las ganancias.
    Ellos alargan la mano, y hoy por hoy somos afortunadisimos y nos sobra (ojo que somos curritos, pero con tener trabajo, ya nos sobra...) asi que decidi que no soy quien para juzgar lo que hacen con lo que doy cuando quiero hacerlo. Igual soy un poco tonta.

    No se si me explico...

    Un abrazo bien apretao preciosa!

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