jueves, 1 de septiembre de 2011

PADRES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS

Se me ha estado bien, por no entender ciertas cosas.

Nunca he entendido que en vísperas de Navidad un padre recorra jugueterías y grandes almacenes y queme internet a la búsqueda del juguete soñado por sus hijos. No me ha pasado nunca, gracias a Dios. El año de la casa de Mickey Mousse a mi hija el ratoncito no le hacía ni fu ni fa. Siempre he pensado que era más falta de previsión que otra cosa. Y también he pensado siempre que antes intentaría convencer a mi hija de que cambiara de regalo soñado, antes que peregrinar de tienda en tienda...


Pues bueno... Dios, o el destino, o los hados, o simplemente, los profesores del cole de mi hija, me han castigado.



Menuda vuelta al cole...



Resulta que el último día de curso el año pasado no nos dieron listado de libros y material para el próximo curso. Asi que todos los padres a preguntar, claro, pensando que había sido un olvido, que se había traspapelado, o vaya usted a saber. Pues no. Es que las profesoras aún no habían decidido qué libros querían. No fue hasta el 28 o 29 de junio, que nos dieron en secretaría el listado. Sin opción a una duda, o una pregunta o... lo que fuera, porque las profes ya no estaban. El listado parecia claro. Asi que me fui toda convencida a unos grandes almacenes que te hacían la reserva, y a primeros-finales de agosto te avisaban por sms. Básicamente, porque resulta que ahora todas las compras son así: nada de ir a una libreria, pasear entre estanterías y comprar los tuyos... no. Es que ahora nadie lo hace así: tienes que ir y encargar. Mediados de agosto me parecía una fecha adecuada: con tiempo para echar un ojo a los libros y forrarlos, ponerles el nombre...


Como la segunda semana de agosto no me habían avisado, llamé. Era pronto, lo sé. Pero jolin, que yo la reserva la había hecho el 2 de julio... "Faltan dos libros, llame en una semana".

Llamé la tercera semana de agosto. "Falta un libro, si no estuviera, el dia 24 le vendemos el lote y el otro le avisaremos cuando esté".

El dia 24 de agosto, como no me habían llamado, fui a por los libros. Faltaba uno, y sobraba uno: la dependienta empecinada en venderme el de religión y el de alternativa. No había forma de hacerle entender que o uno u otro... y sobre todo... que en el listado que yo misma le había escrito no había incluido el de alternativa. A la vista de esto, y visto que no se enteraban de nada, antes de forrar, me puse a mirar con lupa los libros. Y veo con horror que los de matemáticas, los tres trimestres, estaban mal: me habian vendido unos libros de la misma editorial, pero distinta linea de la que yo había escrito en mi reserva. Antes de caer en el pánico, hablo con otra madre que mira por donde, en esos momentos está en las mismas que yo: acaba de descubrir que en otra libreria también se los han vendido mal. Y no hay duda, a la vista de la web de la editorial. Es una linea nueva de este año, y se vé que en el gran almacen y la libreria del centro, no se han enterado o vete tú a saber.

Vuelvo al gran almacen, me cuesta discutir con ellos porque me dicen que no, que lo que me han vendido coincide con el listado del colegio. Les digo que no, que el listado del colegio lo tengo yo, y no coincide con lo que me han vendido. Me dicen que tienen que comprobar mi reserva: pues comprueba, estoy segura de haberla hecho bien. Llega mientras tanto otra madre... con la misma queja: le han vendido alternativa y religión, y los de mates mal.

Me devuelven el dinero de los de mates, pero sólo tienen un trimestre. Sigue faltando el de inglés, y ni uno ni otro me garantizan para cuándo estarán. "Suponemos que sí para primeros de curso". Me dan los mil males.

Empiezo a investigar por mi cuenta... esos libros no hay quien los localice en todo Zaragoza, porque al ser una linea nueva de la editorial, están en reimpresión...

Una madre me avisa: los de mates los ha vendido mal el gran almacen y la libreria del centro, pero cuidado: los de lengua venían mal en el listado del cole... hay que cambiarlos también.

Me espero al dia 1... estalla la catástrofe... empiezan a llegar mails de distintos padres, los libros están mal, a cada uno nos los han vendido de su padre y de su madre... En una libreria localizas un trimestre, en otra libreria localizas otro...

Mando a mi costi al cole, y la profe con la que consigue hablar no sólo le dice que efectivamente los de lengua que tenemos NO son los correctos, sino que encima, poco menos que la culpa es de los padres por "no saber interpretar".

A todo esto:

* los dos de mates que me faltaban y que en el gran almacen no sabían cuando llegaría (mañana empieza el cole y aún no los tienen) me los localiza una madre en otra libreria. A cambio, yo le consigo en el gran almacén un libro que a ella le falta.

* me pateo Zaragoza entera, y consigo primer y tercer trimestre de lengua... pero el segundo se lo ha tragado la tierra. Encima en todos los sitios te dicen lo mismo: no cogemos encargos, lo que llega llega con cuentagotas, no atendemos por teléfono porque vamos muy saturados, no te garantizamos que no llegue, asi que ves pasándote cuando quieras. Mis vacaciones a todo esto ya se han acabado.

* mi amiga Alicia me encarga el de inglés en una papelería de su barrio... lo tienen en tres dias, mientras el gran centro comercial, sigue sin tenerlo.

* en una libreria que me recomienda Alicia localizo el segundo trimestre del de lengua. Y menos mal, al dia siguiente tienen puerta en la fila porque resulta que ellos sí que tienen la nueva linea editorial de mates y lengua.

Resumiendo: el dia 2 de julio me pongo en marcha con el tema de los libros de mi hija. Es dia 5... empieza el cole mañana, los tengo todos, y tres más de propina que intentaré devolver cuando me asegure que las profes no han cambiado de idea. El centro comercial se equivocó con los de mates e intentaron echarme la culpa a mí, se tuvieron que callar. El cole se equivocó con los de lengua, y mantienen que la culpa es de los padres, por no saber interpretar. Y encima, cuelgan en la web el dia 1 un listado que no han colgado en todo el verano. Correcto, por supuesto. Fecha de creación del documento: 1 de septiembre. Normal, el anterior estaba mal. Me he pateado todas las grandes librerias de Zaragoza porque no había forma de comprar los libros fuera de los plazos de encargo. Gracias a una amiga consigo los dos últimos, y a mi vez le he conseguido otro a otras madres. Hay niños de la clase de mi hija que irán con los libros mal, y aún no se han enterado, niños que se han enterado pero aún van buscando los correctos porque no hay forma de localizarlos... en el centro comercial aún no tienen los que me tienen que facilitar desde el 2 de julio (no he cancelado la reserva porque sé de madres que aún no tienen los libros que yo tengo reservados, y hemos quedado que si me avisan, los libros serán para ellas... pero lo malo es que ya no garantizan nada...).


Resumiendo: al año que viene... me esperaré a que empiecen el cole y entonces compraré sobre seguro. Este año quise ser previsora, y sólo me ha servido para estresarme. PUF.

5 comentarios:

  1. ¡Menuda película! Menos mal que al final todo se ha arreglado, pero a costa de darle vueltas y vueltas.

    Ahora lo que queda por hacer es que aprenda mucho con ellos :-)

    besitos

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  2. Me he estresado solo de leerte, yo estrangulo a la profesora!!!, el año que viene no los compreis hasta principio de curso y si tienen que empezar sin libros toda la clase, que espabilen las profes!!!. Olga

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  3. Hija qué mala suerte!!!

    Nosotras en el barrio los encargamos en cualquiera de las dos librerías del barrio y en julio ya los teníamos y CORRECTOS. Las tiendas pequeñas no se arriesgan a hacerlo mal...

    Muchos besos!!

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  4. ¡Que horror! Siempre recuerdo de pequeñas a mi madre asi con ese estres, porque el lote jamas venia completo, o correcto.

    En el cole de mi hija de momento tenemos suerte, un padre del AMPA trabaja en editoriales y distribucion y se encarga de traerlos todos a todo el que se los pida, desde que se ocupa el, no ha habido perdidas.

    Besitos Elena ¡muac!

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  5. En mis tiempos, la Enciclopedia Álvarez, el catecismo y el libro de lectura.
    Y en la primera página, se iba cambiando el nombre según pasaba de mano en mano. Solo el nombre, que los apellidos eran los mismos para toda la piara.
    ¡Tiempos aquellos!
    Un besino.

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