miércoles, 9 de junio de 2010

El misterio del vecino huidizo

Marchando otra de misterios... y este es más misterioso que el misterio del calcetín.

Resulta que en casa de mis padres, en el piso de abajo, vivían una pareja de personas mayores. Bueno, a mí me parecían mayores, pero cuando desaparecieron no tendrían más de 60 años.
Estaban casado en segundas nupcias, y no tenían hijos en común, aunque él tenía una hija de un matrimonio anterior. Tenían un perrito en común, un perro de estos pequeñajos que unas veces lo llevaban en brazos, otras de paseo con una correa... aunque yo lo veía más apropiado para llevarlo en el bolso, asomando la cabeza por la cremallera. Sieeeeempre los veías con el perrito. Fueran juntos o separados, siempre iban con el perrito.

El caso es que los vecinos de puertas afuera eran hipermegaeducados... muy ceremoniosos... buenos dias, señora vecina... buenas tardes, señor vecino... pase, pase, como no, pase usted primero... uy, yo le sujeto la puerta... A ella siemmmmmpre se la oía en las tiendas: ay, mi Paco no me deja hacer nada... paga a una señora para que me haga las cosas de la casa, y es que mi Paco no quiere que me canse... ay, mi Paco, me tiene prohibido guisar el fin de semana, siempre nos vamos a comer por ahi... es que me quiere tannnnnto mi Paco...
Sin embargo, yo que vivía encima de su piso, y sospecho que mi habitación debía de quedar encima de su cuarto de estar... raro era el domingo que no me despertaba con sus gritos... gritos histéricos, desgañitados... de estos que la primera vez que los oí salté de la cama a preguntarle a mi madre que qué era eso... porque si las formas asustaban... no os quiero ya decir el fondo... allí salían a relucir todo tipo de trapos sucios... y se nombraba el presente, el pasado y el futuro de su vida en común, y se mentaba a hermanos, hija, suegros... tremendo. Todo ello, amenizado con los ladridos del perrito. Casi todas las discusiones acababan con un tremendo portazo.

Un buen día... dejaron de oirse las discusiones. Recuerdo que aquel domingo dijimos: Paco ha debido de invitarla a unas buenas vacaciones de esas que ella se merece... Pero pasó un mes, dos... y ni discusiones, ni Paco, ni perrito ni vecina. Pensamos que igual se habian ido al pueblo, o a pasar una temporada con la hija, que vivía en Mallorca.

Pero no. Un día ví al vecino. O mejor... me pareció verlo, asi entre coche y coche en el garaje de casa... qué raro... Paco no conducía... y además yo juraría que iba escondiéndose... y no llevaba al perrito. Al cabo de unas semanas... vía a su mujer, que pasó por mi lado mirando al frente, como si yo fuera transparente... qué cosa tan rara... si era tan ceremoniosa siempre... y tampoco llevaba al perrito.

Desde esta desaparición que os cuento, han pasado unos 13 años. Enseguida se empezó a comentar entre los vecinos... oye, que el otro dia vía l vecino del tercero y salió corriendo cuando me vió... oye, que el otro dia estaba esperando el ascensor y él bajaba al escaleras y al ver que estaba en el patio se ha dado media vuelta y ha subido corriendo como alma que lleva el diablo... Y es cierto... yo lo he visto muchas, muchas, muchas veces, y siempre ha sido justo antes de verle cruzar por el medio la avenida, a riesgo de sufrir un atropello, o justo antes de verle subir o bajar corriennnndo las escaleras, o me ha dado el tiempo justo de verle desaparecer detrás de una columna del garaje... El conserje de casa dice que cada dos o tres semanas le sacan una bolsita de basura, y que alguien va a limpiar, porque se vé desde la calle que los cristales, persianas, barandillas... están impecables. Incluso las macetas están muy bien cuidadas. Pero nadie lo ve entrar en casa, ni salir.
El caso es que esta tarde, al salir de casa de mi madre, lo he visto que venía de frente por los porches de casa de mi madre. Se ha quedado paralizado, ha dado media vuelta y corriendo se ha metido por detrás de otro portal. Cuando andando he llegado hasta el punto donde debia estar, lo he visto agazapado, casi temblando, porque yo le venía por detrás pero otro vecino le venía de frente por la otra esquina... he pasado de largo como si no le viera... pero esto no es ni medio normal.

Yo digo que entre los dos asesinaron al perrito y por eso huyen de los vecinos. Porque sino, no me lo explico.

5 comentarios:

  1. Pues qué cosa más rara!!
    Y digo yo, otra vez que te lo vayas a cruzar, ¿por qué no le saludas y le dices algo como "hombre, cuánto tiempooo!, dónde han estado?"?
    Ya me he quedado con la intriga de saber qué les pasará a esos 2.. me cachisss...

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  2. Anda que no es rara la situación!!!! igual de un portazo mataron al perrito y se sienten tan culpables que han dejado de discutir pero me parece muy raro todo!!! yo tambien me acercaría a él cuando lo tengas acorralado y le preguntaría que tal él y su mujer, para ver por donde sale jajaja porque eso no es normal!!!

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  3. hija mia qué gente más rara. Está claro que si hace trece años que ya no ves al perrito, este murió.
    Lo que he pensado que igual están amenazados por alguien y quieren pasar inadvertidos totalmente y hacer como que ni viven allí

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  4. ?????? alucino!!! pues chica, ni idea... matar al perrito no parece motivo para andar escondiéndose tanto tiempo... pero ¿qué motivo puede haber? porque a la mujer también la habéis visto, ¿no? no es que se la haya cargado a ella...

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  5. Jajjajaja... lo de la mujer lo dije yo al principio: este tio se ha cargado a la mujer y ha escapado con el perrito... pero a la mujer sí que la he visto, un par de veces nada más, pero la he visto. Al que no he vuelto a ver es al perrito. Y como ellos lo querían como a un hijo... si se lo cargan es un perricidio... motivo suficiente para escapar y esconderse.

    Lo de pillar al vecino a traición y saludarle y preguntarle lo pienso cada vez que lo veo. Pero el hombre ya es mayor (salta de los 70) y lo veo tan asustadizo de que lo vean, tan tembloroso... que me da cosa. ¿Y si le digo algo y se desploma del susto? Deja, deja...

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